Llevar la poesía a la clase de ELE: ¿sí?, ¿no? ¿Solo para niveles altos? Opiniones para todos los gustos. Como a mí me encanta, la llevo, y la utilizo mucho porque me hace sentir muy bien en mis clases… y por qué será que lo que nos entusiasma, lo transmitimos más fácilmente.
Soy partidaria de llevar siempre a clase “las cosas” que a nosotr@s nos emocionan. El entusiasmo y la emoción se transmiten muy fácilmente… y enganchan a cualquiera.
La poesía tiene una gran potencialidad como herramienta didáctica en las clases de ELE: es motivadora y universal; es inspiradora; es emoción (eriza la piel de los más sensibles); trabajamos con material auténtico; provoca la interacción y el intercambio de ideas; promueve la negociación de significados, el debate, la comunicación…; estimula la creatividad y la imaginación; es afectiva; desarrolla la competencia intercultural…
La poesía, como dice Maley, es lingüísticamente y emocionalmente AUTÉNTICA; provoca en el lector respuestas auténticas que favorecen una discusión y negoción también auténticas.
Poesía es lenguaje y es comunicación en un determinado contexto cultural.
¡Cómo nos íbamos a olvidar de ella! ¡Es tan bella!
(…)
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
(Mario Benedetti “Táctica y estrategia”)
Es verdad… más fácil de explotar en niveles avanzados, pero si echamos mano de la micropoesía, o de versos sueltos inspiradores, podemos también acoplarla, y muy bien, a los niveles más bajos. ¡Siempre será muy bienvenida!
Contextualizamos, aclaramos entre todos vocabulario, activamos conocimientos previos en el alumno y jugamos con el lenguaje, con la rima, con el ritmo.
¿Conocéis los micropoemas de Ajo?
“Para qué quiero un reloj
si es tiempo lo que no tengo.”
“Bastante tiene una
con lo que no tiene.”
“¿Y si corazón no fuera más que
el aumentativo de la palabra coraza…?”
“Esto supera la ficción,
debe de ser la realidad.”
“La vida es así,
me la estoy
inventando yo.”
“Estoy superada,
pero con h intercalada.”
Otra opción son las audiciones o vídeos, como presentación previa del poema o como colofón final del trabajo realizado con los versos. Ajo nos ofrece algunas:
En este enlace podéis encontrar más ejemplos de poemas recitados por la autora.
Y más joyitas: ¿Habéis oído hablar del proyecto “Te comería a versos” desarrollado en Madrid y Barcelona? “Un acto de amor de artistas y poetas para humanizar nuestras ciudades”.
Frases inspiradoras y llenas de emoción fáciles de llevar y explotar didácticamente en el aula de ELE.
Mirad qué majos estos ejemplos:
Versos de Rayden de su disco “En alma y hueso”.
Verso de Leiva de su canción “Tu respiración”.
Verso de María Learch.
¿Y cómo utilizar los micropoemas en la clase de ELE?
Vamos a ver brevemente algunas ideas:
1. Proyectamos el micropoema o verso de forma desordenada en la pizarra e intentamos averiguar entre todos, o en parejas, el orden del mismo. También podemos hacerlo recortando los fragmentos en cartulinas y pegándolos aleatoriamente en la pizarra para que los alumnos se levanten y los vayan ordenando.
2. Cortamos los micropoemas o versos en dos mitades y les proponemos a los alumnos que las unan. Podemos distribuir las mitades a los diferentes alumnos de la clase y que cada uno encuentre a su otra mitad (su media naranja).
3. Dejamos en blanco alguna palabra del micropoema (o la sustituimos por alguna imagen) para que los alumnos ofrezcan posibilidades. Seguro que encontramos versiones interesantes.
4. Leemos entre todos el poema y hablamos de sus posibles significados.
5. Ponemos un título al poema libremente, mejor en parejas o grupitos.
6. Hacemos hipótesis sobre el autor o autora del mismo, ¿será un hombre?, ¿una mujer?, ¿qué edad?, ¿qué nacionalidad?, ¿dónde vive?, ¿tiene pareja?…
7. Damos dos o tres palabras que incluya el micropoema y les decimos a nuestros alumnos que escriban uno para después contrastar con el original.
8. Les damos el inicio del poema y le sugerimos que escriban libremente el final del mismo, respetando la rima, en el caso de que exista.
9. Escribimos una réplica o contestación al micropoema.
10. Escribimos un micropoema libremente en parejas, o a partir de posible titular que les demos, o con el fin de para practicar una determinada forma verbal: («Adoptaría tus noches te sumaría a mis besos», Ajo).
Y no se me ocurre mejor manera de terminar este post que hacerlo como lo hemos iniciado: con Benedetti (¡qué bien nos vienen además todos estos subjuntivos!).
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
solo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
solo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
(Mario Benedetti, Poemas de otros)
Siempre nos quedará la POESÍA. ¡Gracias por compartir!
Muy buenos ideas y estrategias didácticas . Mis alumnos hacen posters y cartels. De ahora en adelante incluiremos micropoesias. Gracias !
Fenomenal, Silvia, poder aportarte nuevas ideas. Gracias a ti por tu comentario.